Las calles y plazas de esta localidad, conocida también como la capital
del Besaya, conforman un casco urbano abierto, donde se están recuperando
espacios verdes y de ocio, con nuevas plazas, avenidas y calles peatonales
en torno a las cuales se estructura una completa oferta comercial. El
paseo entre las tiendas y los edificios centenarios de su casco antiguo se
convierte así en un placer, sin la presión del tráfico rodado, y el
visitante puede descubrir el más variado y dinámico comercio de la
comarca. Y es que el comercio cuenta aquí con una arraigada tradición,
cimentada en las múltiples ferias y mercados que han marcado la historia
local.
Además de centro industrial y comercial, Torrelavega es también un
importante núcleo ganadero. Desde 1973 cuenta con el Mercado Nacional de
Ganados, donde tienen lugar todos los miércoles las más importantes ferias
ganaderas de toda España, a las que acuden productores de todas las
regiones.
Asimismo, es sede de la Feria de Muestras de Cantabria, donde se
desarrollan a lo largo del año ferias monográficas, exposiciones y
congresos.
Las fiestas de la Virgen Grande son las más emblemáticas de la ciudad.
Se conmemoran durante 10 días, en torno al 15 de agosto, y tienen en su
broche final uno de los espectáculos más llamativos de Cantabria: la Gala
Floral, un singular y multitudinario desfile de carrozas, declarado de
Interés Turístico.
La gastronomía de Torrelavega es rica y variada. No en vano cuenta con
numerosos establecimientos hosteleros en los que se pueden degustar la
práctica totalidad de los guisos regionales. No obstante, la especialidad
de la ciudad son las polkas, un exquisito dulce.